Lunes, me dirijo hacia esa esquina de mi casa, allí a lo lejos observo la estantería, llena de letras, palabras, frases. No son sólo frases, son sentimientos expresados en un papel, en un libro que parece que no tiene fin, observo los estilos, amorosos, fantásticos, inimaginables, divertidos, reales.. Puedo
elegir los que quiera, es una gran decisión, voy a escoger el camino de esta semana, voy a empezar el viaje de los libros. Observo detenidamente, tantos viajes para elegir y solo uno para escoger. Amo los
irreales, con ellos puedo fundirme en un sueño que jamás se cumplirá en la vida real, pero gracias a esas historias irreales me lo podre imaginar. Amo los amorosos, poder fundirme en una historia dulce, prohibida e imposible. Esas dulces palabras de un te quiero. Esos son mis dos caminos: lo irreal o los pasionales, ¿Cual elijo?, dos caminos para una persona.
Ya lo he decidido,
¡Hoy quiero enamorarme! Quiero leer esas bonitas frases que hacen que nuestra historia se plasme en un papel. La decisión está tomada, mi mano lentamente se mueve hacia la parte de aquellas tantas historias tristes que nadie quiere que en su vida ocurran, o tal vez sí. Ojeo tantos libros, tantos índices en los cuales aunque sean de amor, cada uno tiene su historia. Esta vez voy a elegir uno mas realista, en el cuál pueda entrar. Justo entonces, lo agarré con un movimiento involuntario, sin apenas darme cuenta, es el elegido:
Carolina se enamora. Leo el índice, trata de una adolescente, una joven que quiere empezar a vivir historias de amor. Me ilusiona, ¡me gusta! Ya he comprado el pasaporte, es como si me dirigiera hacia el avión lo voy abriendo poco a poco, por el primer capítulo es el comienzo de un nuevo sueño, justo entonces voy a
VOLAR.
Pasan horas y horas y mis ojos no se despegan del papel, estoy conociendo una historia, una cultura y ya me estoy empezando a imaginar que soy Carolina, me gusta este viaje por Italia. Está siendo divertido, entretenido, fascinante e inolvidable. Pasaron las semanas, el
viaje se está acabando, no me arrepiento de haber cogido ese avión, pero una vez aterrizado, me quedo con el recuerdo y con el sueño de haber conocer una nueva historia, puede ser real o no, pero ya es
lunes de nuevo y toca dirigirme hacia la esquina de mi casa, otra vez. Para escoger otra historia y coger otro viaje que me haga volar de nuevo, gracias a un mundo desconocido para muchos pero fascinante para otros,
Un viaje rumbo a los libros.